La Comisión Europea ha presentado este miércoles un plan para aumentar la producción de tecnologías y energías limpias en la Unión Europea y poder competir con los ingentes subsidios que Estados Unidos o China ofrecen al sector.
Bruselas plantea facilitar los subsidios a las industrias “verdes”, crear un fondo europeo para financiarlas, acelerar permisos y reducir burocracia, mejorar el acceso a materias primas clave y firmar nuevos acuerdos comerciales, entre otras acciones.
“En los próximos años se decidirá la forma de la economía de emisiones cero y dónde se localizará, y queremos ser una parte importante de esta industria que necesitamos globalmente”, ha dicho la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, en la presentación del plan.
El mercado mundial de tecnologías limpias triplicará su valor, de aquí a 2030, hasta los 600.000 millones de euros, y la industria europea relacionada con las emisiones cero movió ya en 2021 unos 100.000 millones de euros, el doble que el año previo, indica la Comisión para ilustrar el auge de un sector en el que otras potencias prevén inversiones mil millonarias.
De hecho, ha sido la ley antiinflación estadounidense, con sus casi 370.000 millones de dólares en subsidios a tecnologías limpias, y las masivas ayudas estatales de China, que prevé invertir 280.000 millones de dólares en el sector en el próximo lustro, las que han llevado a Bruselas a plantear una estrategia para evitar que las empresas abandonen Europa y mejorar su competitividad.
El plan incluirá beneficios fiscales
El Plan Industrial del Pacto Verde presentado este martes recopila las iniciativas que contribuirán a esta tarea, algunas ya en marcha y otras que deberán plasmarse en los próximos meses en propuestas legislativas concretas, y no contempla de momento financiación nueva, sino que prevé redirigir fondos de ciertos programas comunitarios a las industrias limpias.
En el pilar financiero, la acción más inmediata será flexibilizar las normas de ayudas de Estado hasta 2025 para facilitar que los Gobiernos den subsidios, incluidos beneficios fiscales, a inversiones en tecnologías verdes, proyectos de renovables o descarbonización industrial, así como permitirles usar los fondos de recuperación para proporcionar estas ayudas. No obstante, Bruselas sabe que esto es arriesgado porque hay Gobiernos que pueden dar más ayudas a sus empresas que otros y esto podría romper el mercado único.
Esta relajación temporal está dirigida especialmente a los sectores más afectados por la ley estadounidense (paneles solares, baterías, turbinas eólicas o bombas de calor) y también permitirán a los gobiernos, bajo ciertas condiciones, igualar los subsidios que estos sectores reciben en terceros países para evitar la deslocalización de plantas industriales.
A medio plazo, Bruselas aboga por crear un “fondo de soberanía” con financiación europea para que los países con menos músculo financiero también puedan apoyar a sus empresas y no se desate una guerra de subsidios en la propia UE. La Comisión no ha decidido aún su volumen ni el modo de financiarlo y varios países rechazan de antemano la opción de emitir nueva deuda conjunta.
La Comisión también presentará una nueva “ley de industria de emisiones cero”
Mientras se negocia esta “solución estructural”, ha explicado Von der Leyen, la UE necesita un “puente” de financiación que vendría de las ayudas estatales y de redirigir a la industria verde dinero de otras partidas comunitarias, como el Repower EU, el Fondo de Innovación o el Invest EU.
Por otro lado, la Comisión presentará a mediados de marzo una nueva “ley de industria de emisiones cero” centrada en aumentar fabricación en suelo europeo de productos estratégicos para la transición climática, como baterías, biocombustibles, sistemas de captura y almacenamiento de carbono, energías renovables o hidrógeno.
Esta fijará objetivos de producción para 2030 y simplificará las reglas, acelerando la concesión de permisos, creando una ventanilla única para inversores o desarrollando estándares europeos comunes para ciertas tecnologías.
Este esfuerzo se complementará con una ley de materias primas críticas que facilite la extracción, procesado y reciclado de las mismas en la UE para reducir la dependencia de terceros países, sobre todo China, y con la firma de nuevos acuerdos comerciales para diversificar las fuentes de suministros.
Bruselas quiere concluir este verano las negociaciones con Australia y hacer “importantes progresos con India e Indonesia, así como explorar otras posibilidades en el Indopacífico” y “propondrá ratificar los acuerdos con Chile, México y Nueva Zelanda y hacer progresos con Mercosur”, afirma el documento.
El plan será debatido por los jefes de Estado y Gobierno comunitarios en su cumbre del 9 de febrero y, en función de la respuesta, la Comisión presentará propuestas legislativas a mediados de marzo.
Fuente: RTE.ES
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