En un post anterior nos referíamos a la importancia del Mantenimiento Esbelto o Lean, y los diferentes procesos que abarcan ese maravilloso sistema. Uno de ellos es Just in Time.  A continuación reproducimos la descripción desarrollada por Kailean Consultores

“El Just in Time es un sistema de gestión de inventarios que se desarrolló en Japón en los años 80 dentro de la empresa automotriz Toyota, como el método estrella de este proceso productivo. Este sistema se orienta a la eliminación de todo tipo de actividades que no agregan valor, y al logro de un sistema de producción ágil y suficientemente flexible que dé cabida a las fluctuaciones en los pedidos de los clientes.

¿Cuáles son las actividades más comunes que encontramos en una organización, que no añaden valor y aportan únicamente costes a la empresa o al producto?

  • almacenes elevados
  • plazos excesivos
  • retrasos
  • tiempo excesivo en los cambios de herramientas
  • proveedores no fiables (plazos, calidad)
  • averías
  • problemas de calidad
  • errores, faltas de piezas
  • despilfarros (hombres, tiempo, materiales, equipos, locales)

Lo que busca el sistema Just in Time es la eliminación de estas anomalías.

En el pasado, lo habitual era que las fábricas siguieran un sistema push, donde cada fase del proceso de fabricación acumulaba su producción que iría siendo retirada por la fase siguiente. Este sistema generaba una mayor cantidad de stocks.

La gran revolución del sistema Just-in-time como sistema de producción ha sido la introducción del sistema pull, donde cada fase de la producción solicita a la fase anterior lo que necesita cuando lo necesita. De esta forma, sólo se produce lo que es necesario y en la cantidad requerida.

El JIT tiene 4 características esenciales:

  • Reducir el nivel de las existencias
  • Eliminar todas las actividades que no añaden valor al producto
  • Buscar la simplicidad para obtener una gestión más eficaz
  • Diseñar sistemas para identificar problemas e intentar solucionarlos

La filosofía JIT se basa en los siguientes puntos claves:

  1. Producir lo que la clientela desea y cuando lo desea, y reducir al mínimo la necesidad de almacenaje.
  2. Minimizar tiempos de preparación. Adaptación rápida de la maquinaria (SMED).
  3. Establecer un sistema “pull” en el que cada fase empuja y pone en marcha la siguiente.
  4. Mantener un flujo de producción uniforme.
  5. Reducir el tamaño de los lotes de fabricación, siempre teniendo en cuenta la cantidad demandada por el cliente. Producir en pequeños lotes permite mantener un mayor control de los niveles de inventario y detectar posibles fallos en el proceso.
  6. Efectuar un alto número de controles de calidad para evitar demoras o fallos en la producción que retrasan el proceso general.
  7. Crear células de producción flexibles, de forma que una célula compuesta por varias máquinas tenga la flexibilidad necesaria para producir simultáneamente diferentes productos.
  8. Disponer de un personal polivalente, cualificado para realizar varias tareas u operar varias máquinas simultáneamente.

JIT, es mucho más que un sistema que pretende disminuir o eliminar inventarios, es una filosofía que rige las operaciones de una organización. Su fin es el mejoramiento continuo, para obtener la máxima eficiencia y eliminar a su vez el gasto excesivo en cada una de las áreas de la organización, sus proveedores y clientes.”

TRANSPOWER S.R.L. 
Fuente: Kailean Consultores