Las perspectivas para una pronta recuperación del comercio mundial han mejorado tras una expansión del comercio de mercancías más rápida de lo previsto en el segundo semestre del último año. Según nuevas estimaciones de la OMC, se prevé que el volumen del comercio mundial de mercancías aumente un 8,0% en 2021 después de haber disminuido un 5,3% en 2020, continuando la recuperación del colapso inducido por la pandemia, desde los mínimos registrados en el segundo trimestre del año pasado.

El crecimiento del comercio debería ralentizarse al 4,0% en 2022 y los efectos de la pandemia seguirán dejándose sentir, ya que ese ritmo de expansión mantendría al comercio por debajo de la tendencia anterior a la pandemia (gráfico 1).

Las perspectivas a corto plazo para el comercio mundial, relativamente positivas, se ven empañadas por las disparidades regionales, la debilidad persistente del comercio de servicios y las demoras en los planes de vacunación, en particular en los países pobres. La COVID-19 sigue planteando la mayor amenaza a las perspectivas para el comercio, ya que nuevas olas de infecciones podrían fácilmente frustrar la esperada recuperación.

“El sólido repunte del comercio mundial desde mediados del año pasado ha ayudado a suavizar el golpe de la pandemia para las personas, las empresas y las economías”, dijo la Directora General de la OMC Ngozi Okonjo-Iweala. “Será esencial mantener abiertos los mercados internacionales para que las economías puedan recuperarse de esta crisis y el suministro de vacunas rápido, global y equitativo es un requisito previo para la recuperación sólida y sostenida que todos necesitamos”.

“El aumento de la producción de vacunas permitirá a las empresas y las escuelas reabrir con mayor rapidez y ayudará a las economías a recuperarse. Sin embargo, mientras siga habiendo un gran número de personas y países excluidos de un acceso suficiente a las vacunas, el crecimiento se frenará y se correrá el riesgo de revertir la recuperación sanitaria y económica en todo el mundo”, dijo.

La Directora General añadió que el comercio a través de las cadenas de valor ha ayudado a los países a acceder a alimentos y suministros médicos esenciales durante la crisis.

“La fabricación de vacunas requiere insumos de muchos países diferentes. Una de las principales vacunas contra la COVID-19 incluye 280 componentes procedentes de 19 países diferentes”, dijo. “Las restricciones al comercio hacen que sea más difícil aumentar la producción. La OMC ha ayudado a que el comercio siga fluyendo durante la crisis. Ahora, la comunidad internacional debe aprovechar el poder del comercio para ampliar el acceso a vacunas que salvan vidas”.

Es probable que a corto plazo las previsiones empeoren debido a factores relacionados con la pandemia, como por ejemplo, la insuficiente producción y distribución de vacunas o la aparición de nuevas cepas de COVID-19 resistentes a las vacunas. A medio y largo plazo, la deuda y los déficit públicos podrían también pesar en el crecimiento económico y el comercio, en particular en los países en desarrollo sumamente endeudados.

Más Información: Comercio Mundial en Recuperación

Fuente: WTO

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