Por Delfina Corti

El hidrógeno verde -o también conocido como hidrógeno renovable o e-Hydrogen- fue definido por el empresario Bill Gates como “la mejor innovación de los últimos años para combatir el efecto invernadero”, en su libro llamado How to avoid a climate disaster (Cómo evitar un desastre climático, en español).

El hidrógeno es el elemento químico más simple y más abundante en la tierra: está formado solamente por un protón y un electrón. No es, en sí mismo, una fuente de energía.

“El hidrógeno verde es un transportador energético. Te permite mover la energía de un lado a otro. Se puede producir a través de diferentes fuentes porque el hidrógeno no está suelto en la naturaleza. Se produce a partir de la separación de un compuesto donde ya está incluido. Por ejemplo, en el caso del hidrógeno verde, será a través del agua”, explicó a este medio el ingeniero químico José Luis Aprea, miembro de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

El hidrógeno verde se obtiene por electrólisis a partir de fuentes renovables. Este proceso consiste en la descomposición de las moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2).

Sobre el proceso de electrólisis, Aprea explicó: “Si considerás como materia prima el agua, esta tiene 2 átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Si uno le aplica un potencial de descomposición con energía eléctrica se puede dividir la molécula y se separa por un electrodo el hidrógeno y por otro el oxígeno”.

El investigador del Conicet Arnaldo Visintin, quien se especializa en el desarrollo de fuentes alternativas de energía, agregó a Chequeado que “para que este método sea sostenible, las energías renovables -como la eólica y la solar- juegan un papel fundamental. De ahí, que los vientos de nuestro país sean una de las claves”.

En ese sentido, para producir hidrógeno verde no se utiliza ni se emite dióxido de carbono. Por esto, es central en el proceso de descarbonización de la economía.

“Esta es una gran oportunidad para la Argentina porque el hidrógeno verde se piensa como el combustible del futuro porque es no contaminante”, señaló Visintin.

Por último, Visintin afirmó que, si bien es una gran oportunidad para el desarrollo del país, hay algunas preguntas que aún faltan responder: de dónde saldrá el agua y la electricidad para llevar a cabo la electrólisis.

“Vamos tenemos que duplicar la energía que utiliza nuestro país en un año. Y que, además, sea energía renovable. Si se resuelven esas 2 preguntas, yo creo que el resto es para festejar”, finalizó Visintin.

Y, ¿para qué se usa?

En la actualidad, el 99% del hidrógeno usado como combustible se produce a partir de fuentes no renovables. Y menos del 0,1% se produce a través de la electrólisis del agua, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).

Aprea explicó a Chequeado que existen 3 usos principales: industrial, en el transporte y en la generación de la propia energía eléctrica.

“Ya se utiliza en muchas industrias y el reemplazo sería por un hidrógeno obtenido de manera amigable con el ambiente”, señaló Aprea. Y agregó: “Se puede utilizar en las refinerías de petróleo, en la industria química, en la industria alimenticia para hidrogenar por ejemplo algunos aceites artificiales, y en la industria del acero para la fabricación de un acero más comprometido con el ambiente porque la producción de acero genera muchos gases de efecto invernadero”.

El segundo, el uso en el transporte, se prevé en todo tipo de vehículo motorizado: desde autos, colectivos, camiones hasta trenes, aviones y barcos.

Con respecto a este punto, la IEA señala que “el hidrógeno renovable se utiliza principalmente en la refinación de petróleo y para la producción de fertilizantes. Pero para que pueda hacer una contribución significativa a las transiciones de energías limpias, también debe adoptarse en sectores en los que está casi completamente ausente en este momento, como el transporte, los edificios y la generación de energía”.

Por último, Aprea señaló a este medio que, si bien no será en el caso de la Argentina, en varios países donde los inviernos son crudos, el hidrógeno verde se utilizará también para sistemas de calefacción.

El 1 de noviembre último, la firma australiana Fortescue, del empresario Andrew Forrest, anunció que realizará en la Argentina una inversión por más de U$S 8400 millones, con la finalidad de producir hidrógeno verde para exportación.

Así lo confirmó el mismo lunes, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, en su cuenta oficial de Twitter. Y, además, agregó que la inversión “generará más de 15 mil empleos directos y entre 40 y 50 mil indirectos”. 

Fuente:Chequeado Por Delfina Corti

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